La mayoría de votantes no querían que se repitiera unas elecciones con los mismos candidatos que en 2020. Finalmente no será así, tras la histórica decisión de Biden de bajarse de la campaña.

La repentina decisión del presidente Joe Biden de retirarse de la carrera presidencial y respaldar a la vicepresidenta Kamala Harris como candidata demócrata provocó un verdadero terremoto político en la carrera por las elecciones.

Altera todo lo que ya se daba por hecho en un proceso electoral, que la mayoría de votantes ya habían dicho que no querían que se repitiera con los mismos candidatos que en 2020.

Estas son algunas conclusiones de esta decisión histórica,que este lunes siguió con un apoyo mayoritario hacia Harris entre los demócratas y se fueron aclarando algunas incógnitas sobre la elección de la persona nominada para candidato, que se realizará de manera virtual antes del 7 de agosto.

Desde el desastroso resultado del debate de Biden frente a Donald Trump en junio, el Partido Demócrata ha estado sumido en el caos. Poco a poco, funcionarios de alto nivel del partido cambiaron su postura y comenzaron a enviar señales de que el presidente necesitaba hacerse a un lado.

Hasta el domingo, sin embargo, que Biden retirara su candidatura no significaba necesariamente cederle su lugar a Harris.

Los índices de aprobación de la vicepresidenta no eran muy diferentes a los de Biden, y había un escepticismo generalizado sobre su posible elección tras su decepcionante desempeño en las primarias presidenciales demócratas de 2020.

Pero el domingo, los demócratas comenzaron a alinearse detrás de Harris y decenas de congresistas y senadores la respaldaron casi de inmediato.

Algunos nombres que sonaban como posibles aspirantes a la candidatura demócrata, como el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, o el gobernador de California, Gavin Newsom, se pronunciaron a favor de Harris.

Dos de los demócratas más influyentes como son la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el expresidente Barack Obama, no mostraron su respaldo tan rápidamente, aunque ella lo hizo finalmente este lunes.

Así, dado el poco tiempo que queda antes de la elección, los demócratas parecen haber decidido que hay tiempo que perder con más conflictos.

También es un recordatorio de la marcada diferencia entre ambos partidos rivales.

El foco de las elecciones en EEUU ya no será sobre la edad de Biden, pero puede ser de la de Trump
Normalmente, la campaña de reelección de un presidente es un referéndum sobre sí mismo y sus capacidades para gobernar. Sin embargo, durante meses, Biden trató de centrar la atención en Trump.

Cuando en entrevistas lo presionaban preguntando sobre su pobre desempeño en el debate, Biden trataba de contrarrestar resaltando los engaños y declaraciones falsas de Trump.

Así, convirtió la supuesta amenaza de una segunda presidencia de Trump en su gran discurso ante los donantes, diciendo que el republicano acabaría con la democracia estadounidense.

Pero después del debate, la atención se giró rápidamente hacia Biden y a si realmente tenía la capacidad para cumplir con el cargo otros cuatro años.

Ahora, los demócratas esperan que Harris, de 59 años, pueda poner el foco de nuevo sobre la idoneidad de Trump, quien en realidad es solo tres años menor que Biden.

El Partido Republicano no ocultó que prefería a Biden como competidor, pero no tardó en cambiar su estrategia y dirigir ya sus ataques a Harris de manera similar.

Por ejemplo, los republicanos están criticando a Harris por defender la capacidad de Biden para hacer su trabajo durante estos últimos años. También la están vinculando a los aspectos menos populares de la presidencia de Biden, como la política fronteriza y la inmigración.

El impacto que puede tener Kamala Harris en los votantes
La única constante desde que Trump anunció su intención de regresar a la Casa Blanca en noviembre de 2022 ha sido que los votantes pedían un enfrentamiento diferente al de las elecciones de hace cuatro años.

A finales de 2023, una encuesta de AP-NORC concluyó que el 58% de los estadounidenses estaría descontento con Trump como candidato republicano y el 56% con Biden como aspirante demócrata.

El problema para quien acabe sustituyendo a Biden en la carrera presidencial es que ningún candidato capturó la atención de los votantes demócratas.

El presidente no tuvo prácticamente oposición y ganó en las primarias demócratas. No fue hasta el debate del 27 de junio que el partido comenzó a escuchar el malestar de muchos votantes.

Ahora hay una elección diferente. Pero la pregunta sigue siendo: ¿estarán contentos los votantes con una cara más fresca?

¿O tratarán a Harris del mismo modo que a Biden, ya sea porque la ven estrechamente conectada a él o porque su descontento no se debía solo a que se repitieran los candidatos electorales de 2020 sino a otros factores?

Lo cierto es que, según una encuesta de CBS News realizada después de que Biden anunciara su decisión de renunciar a la campaña, casi ocho de cada diez votantes demócratas apoyan que Harris sea la candidata presidencial de su partido.

Harris, como la primera vicepresidenta negra del país y la primera de ascendencia del sudeste asiático, tiene el potencial de lograr mayor apoyo entre las mujeres, especialmente las de color. Mientras, Trump intentará lograr la aceptación de los hombres blancos.

Pero Trump no está poniendo todos los huevos en una sola canasta demográfica. Después de obtener mejores resultados de lo esperado entre los latinos en 2020, su campaña actual vuelve a apuntar hacia ellos y también a los votantes negros.

¿Podrá Harris mitigar los posibles avances de Trump entre sectores más diversos del electorado? ¿Podrá replicar la fuerza de Biden en los estados del “cinturón de óxido” del Medio Oeste donde los votantes blancos son notablemente poderosos? ¿Podrá poner en juego estados con mayor proporción de votantes negros como Georgia y Carolina del Norte?

Cómo pueden cambiar lo niveles de popularidad de Kamala Harris
Harris ha sido durante mucho tiempo un misterio electoral. Tiene el currículum de un gigante de primer nivel: una fiscal de carrera de ascendencia racial mixta, rápida y carismática.

Sin embargo, tuvo un desempeño menor en los procesos en los que compitió en California. Aunque ganó sus contiendas estatales, por lo general no obtuvo tantos votos como otros demócratas que se postulan en ese estado.

El punto más bajo se produjo en las primarias presidenciales demócratas de 2020. Harris terminó abandonando antes de que comenzara la votación para preservar su viabilidad después de haber tenido un mal desempeño en el tramo inicial de la carrera.

La accidentada trayectoria electoral de Harris puede haber sido un factor de inquietud de los demócratas, dado que no confiaban en que la aparente heredera de Biden derrotara a Trump.

Ahora, puede que se hayan visto animados por los recientes y más agudos ataques que Harris dedicó a Biden y quizá no tengan más remedio que creer en ella.

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