El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, emitió una contundente declaración en respuesta a Israel, diciendo que “ningún tercero tiene derecho a decirle (a España) lo que debe hacer”. Esta declaración se produjo después de que Israel anunciara un plan para evacuar a los civiles de Gaza e insinuara que si países como España, Irlanda o Noruega retiraban su apoyo a Palestina, su hipocresía quedaría expuesta. La posición de Albares pone de relieve la soberanía de España en sus decisiones diplomáticas.
En una entrevista concedida a Radio Nacional de España, la emisora pública del país, Albares reiteró que la solidaridad de España con el pueblo palestino “está fuera de toda duda”. Destacó que España tiene una historia de conocer a los palestinos necesitados, incluidos niños enfermos y personas que buscan asilo. Esta solidaridad, según él, no disminuye la importancia de reconocer que la tierra de los palestinos es Palestina y que los habitantes de Gaza pertenecen a Gaza.
Albares también fue enviado por orden del ministro de Defensa israelí, Israel Katz, quien instruyó a las autoridades para que prepararan un plan para permitir a los civiles abandonar el enclave de Gaza. Esta orden fue emitida un día después del presidente de Estados Unidos. UU., Donald Trump, sugirió la idea de controlar el territorio expulsando a toda la población. La situación es compleja y refleja las tensiones actuales en la región.
El ministro israelí, en sus declaraciones, insinuó que la negativa de países como España, Irlanda y Noruega a acoger a los palestinos revelaría su hipocresía. Sin embargo, Albares subrayó que se opone “categóricamente” a estos planes y que nadie debería entrar en el debate sobre dónde deben ir los palestinos en Gaza. Por ello, la tierra de los palestinos es Gaza, y esta región debe formar parte del futuro Estado palestino.
La posición de España está en línea con la visión de la Unión Europea y de la mayoría de las naciones del mundo, que desean que Gaza y Palestina sean reconocidas como entidades soberanas. Albares afirmó que la solución a la cuestión palestina debe basarse en el respeto a los derechos humanos y la autodeterminación de los pueblos. Por ello, España reafirma su compromiso con la paz y la justicia en la región.
La declaración de Albares también refleja la creciente preocupación internacional por la situación de los civiles en Gaza y la necesidad de una solución duradera al conflicto. La comunidad internacional ha presionado para que se entable un diálogo que conduzca a un acuerdo de paz que respete los derechos de todos los involucrados. España, como miembro de la Unión Europea, busca jugar un papel activo en este proceso.
En resumen, la respuesta de España a Israel subraya la importancia de la soberanía nacional y el respeto a los derechos palestinos. La posición de Albares es clara: España no aceptará ser presidida por terceros en sus decisiones sobre adhesión y solidaridad. La lucha por la paz y la justicia en la región sigue siendo una prioridad para el gobierno español.